Cuando una pareja casada decide renunciar y tomar caminos separados por varias razones, uno de los mayores problemas con los que tienen que lidiar las partes que se separan es la división de la propiedad. En el país de Australia, la Ley de Derecho de Familia del país tiene muchas disposiciones en lo que respecta a quién obtiene qué. Sin embargo, resolver este problema no es un paseo por el parque por ningún tramo de la imaginación. Puede ser un tema muy complejo navegar con todas las variables que se deben considerar.
Si se encuentra en un proceso de divorcio ahora o está a punto de entrar en uno, hay varias constantes y variables que debe tener en cuenta cuando se trata de la división de la propiedad. Éstos son algunos de ellos:
Sin liquidación automática 50-50
Cuando termina un matrimonio, la división equitativa de los activos entre las partes que se divorcian no es automática. Los tribunales tienen la discreción de cómo se dividirá la propiedad entre las partes que se separan. El tribunal considera cuestiones como las contribuciones financieras y domésticas cuando decide qué es justo y equitativo.
Propiedad poseída antes del matrimonio
Si bien la Ley de derecho de familia no es explícita en lo que respecta a la cuestión de los bienes que se incorporan al matrimonio, sugiere que al comienzo de la unión se concede mayor importancia a los bienes de propiedad individual. Sin embargo, la importancia de dicha propiedad que se trae al matrimonio al principio disminuye cuanto más tiempo permanece una pareja en su unión matrimonial.
Propiedad comercial
Si una de las partes está involucrada en un negocio, la otra parte aún debe recibir una parte de las ganancias del negocio. Nuevamente, el tribunal decidirá cómo se dividirá la propiedad comercial en función de los hechos del caso.
Ganancias de lotería
Si una parte gana dinero en una lotería o obtiene una ganancia inesperada, las ganancias aún se dividirán entre las partes que se separan, especialmente si provienen de los fondos conjuntos del matrimonio.
Necesidad de un abogado
Una pareja que se divorcia puede optar por la mediación para ahorrarse una gran cantidad de gastos y estrés emocional que acompañan a las audiencias judiciales. Durante la mediación, las partes pueden obtener los servicios de un abogado para obtener asesoramiento sobre cómo dividirán sus activos. Por supuesto, ciertamente necesitarían un abogado si decidieran acudir a los tribunales para resolver su problema de división de propiedad.
No hay duda de que resolver la división de la propiedad durante un divorcio puede volverse muy complicado. Asegúrese de obtener orientación legal profesional al resolver este problema.