La manicura francesa representa la elegancia y proporciona un estilo limpio y fácil de hacer. También es un estilo que nunca se ve fuera de lugar, ya sea que vayas a cenar a un restaurante exclusivo para miembros oa una hamburguesa en el McDonald's local. A pesar de que ha existido desde siempre, es un estilo de manicura que nunca ha perdido popularidad y probablemente nunca lo hará.
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Un estilo hecho en tiempos más simples
Nadie sabe exactamente cuándo nació esta técnica. Desafortunadamente, el creador original nunca obtendrá todo el crédito por su creación, pero su historia se remonta a los salones de uñas en Francia en algún momento del siglo XIX.
Avance rápido hasta el Hollywood de cambio de siglo, las estrellas de cine fueron vistas con la manicura francesa en las películas de la década de 1920. Esta es la primera vez en la historia de Estados Unidos donde se vio por primera vez el estilo, pero ha seguido aumentando en popularidad hasta los tiempos modernos.
Sencillez para todos los gustos
Las puntas de las uñas de las manos o de los pies se cepillan con un esmalte de uñas blanco o blanquecino y el resto de la uña se colorea con un rosa carnoso o, a veces, beige. Constantemente se crean y utilizan innumerables variaciones con diferentes variaciones de color. El costo de hacerse una manicura francesa en su salón de uñas local suele ser un poco más alto que el de una manicura y un esmalte típicos, pero muchas visitas regulares al mismo salón pueden generar un precio reducido.
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